Thursday, March 27, 2014

[ tijuanicidio uno]

La cruz de malta que se asoma por las vértebras del sol, lleva varios días protegiendo tijuanicidio. Ya no se asusta, si la falta de atención de los habitantes, su distracción, locura diaria, infecta o  congestiona los meridianos de la ciudad.

Los tres eclipses de Julio anticipan demasiado. El estado onírico de los terrícolas se incrementa en frecuencia exagerada. La neurociencia no comprende. Es por eso que los monasterios ocultos bajo el centro de la ciudad, se organizan telepáticamente para irradiar delfines voladores entre las arterias periféricas de la urbe.

         I love pseudociencias. Escribe una estudiante de Antropología en el muro del Facebook. Suena too much envy en el ordenador. Los baños de ruda que realizó Virgilia Amarillo el mes pasado sobre su contracturado sistema esquelético le ayudaron a conseguir empleo en la tortillería de la Colonia Aviación.

         En lo sucesivo, trataré de diseñar una constelación post.planetaria más allá del nueve. Basta ya de repetir los mismos planetas. Basta ya de tanta normalidad. Bienvenidas sean pues, las lógicas difusas y demás vibraciones al respecto.

         Los campesinos de _________ están muy tristes. No comprenden el significado del gran telescopio del Instituto de Astronomía Nacional. Porque ellos: Pueden vivir perfectamente bien, sin la ciencia, sin la ciencia, sin la ciencia.
        
Virgilia Amarillo está enamorada del prólogo de la Fenomenología del Espíritu. Tres años después de este párrafo morirá en el Cianuro Social, suele esperarse que  en su próxima trasmigración vital encarne el personaje  de un profesor engreído de Filosofía. Brillante por supuesto. Pero ciego en lo absoluto, pues para sobrevivir, necesita fans, discípulos, gente alrededor fingiendo alguna pose servil  para reafirmar su autoestima.

         La cruz de Malta respira. No vale la pena relatar lo anterior. Los monasterios subterráneos de la cinco y diez, planean una ascensión discreta, entre los swap meets de la zona. Saben que la geografía simbólica del lugar, está intestada por bacterias reptilianas, que se inmiscuyen invisiblemente entre los semáforos, puentes, y tiendas de artículos de segunda.

Cinco brujas deleuzianas y abstractas purifican la ciudad. Y claro, tú no me vas a creer nada. Y claro, no es necesario. El positivismo, la modernidad, y demás parafernalia al respecto. No te dejan ver nada. Porque. Si no tienes el esquema a priori instalado en tu cerebro para visualizar la invisibilidad. No mirarás bien. La infancia kantiana era. Y es muy sabia. Pero claro, no mirarás bien. Pensarás que es alguna patología. La niña habla sola. Hay que darle medicamento.


Wednesday, March 26, 2014

Canta, canta, abecedario de medusas:

Mordiste una serie de paradojas que forman la armonía del sentido. Una expansión, una contractura, una teoría. Las gárgolas submarinas de la noche hipnotizan las duplicaciones de todas las entidades inexistentes. Todo lugar privilegiado me huele a rosas invernales. El sueño magnifico de los presocráticos va recogiendo fragancias infantiles y poemas diversificados en la yuxtaposición de un derrame vacío. Estás embrollado al otro lado del multiverso y derramas agujeros de luz. Enciclopedia celeste de todos los espejos. Besario de órdenes adversos. En la palabra pura: caímos. Uno, dos, Tres.

“Pero si todos los nombres fueran exactos, si el análisis en que descansan hubiera sido perfectamente reflexionado, si la lengua estuviera “bien hecha”, no habría ninguna dificultad para pronunciar juicios verdaderos y el error, en el caso de que se produjera, sería tan fácil de descubrir y tan evidente como en un cálculo algebraico”.

Nombre puro
Beso puro
Abrazo puro
Carne puro
Eres tan puro tan puro tan puro
Tan nombre.
Tan neutral.
Tan nada.
Tan,
Tantas ganas de configurar las conjeturas del siglo XXV en una galaxia gloriosa, estoica, sin sal.

Canta, canta, abecedario de medusas: ¿Cómo es el linaje de los silogismos futuros?
¿Cómo se diluye la memoria sin escenificación?                 

Memorizar la magia
No diversifica la cartografía nocturna
Tampoco los hexagramas del sol

Las pieles de gato desmiembran las hipotenusas sagradas
La última carta ha matado el último renglón
Todo es tan majestuoso por el lado obsceno  del lenguaje
del lenguaje del lenguaje del lenguaje
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Lo mordiste
y esta nueva imagen está 
                                            ligada a la constitución paradójica de una teoría del sentido.



Monday, March 17, 2014

58.- TUI / LO PLACENTERO, EL LAGO (*)

La verdadera alegría proviene entonces de la firmeza y la fuerza que se encuentran al interior y que se exteriorizan bajo una forma tierna y dulce.

Wednesday, March 12, 2014

En ocasiones experimento una certeza primaveral en mis pulmones. Han de ser las grutas de Funes las que rasgan las simpatías de mi espíritu en el tuyo. Hay tiempos para dejar la cabeza en la nada, inamovible, conjetural. Hay tiempos para respirarnos por los ojos y comernos. También, hay tiempos para deletrear el infinito y encajarlo en las rodillas. Han de ser las ceremonias de los gatos blancos y las conclusiones absolutas de los magos las que bordean el perímetro de nuestro mundo. Duplicación. Sabiduría del espejo santo. Poeta recién nacida en una carta de tarot volteada al revés. Es el fuego el que entra por mi pensamiento cuando circunnavego por los precipicios numéricos de tu rostro. Ha de ser la raíz de mi corazón buceando en las cartografías atemporales, sin signatura alguna, con redención.

Por cierto, todo es violeta y piramidal.

Los títeres suicidas siguen socavando el renglón cero menos tres de mi sueño favorito. Luego, todo es reversible. Anacrónico. Disuelto. Los segundos más luminosos de todos los abriles sacuden mi eternidad como un pájaro insoluto. Cierto: Las paráfrasis de huesos dulces en la última imagen humedad, sigue hilvanando noúmenos y crucigramas nórdicos. Estoy muerta y feliz al mismo ritmo. Lista para dormir en el último paralelo abismal.

Buena noche.
12:00

12-03-2014

Tuesday, March 11, 2014

Es la razón.

“Lo que brilla se eleva dos veces: la imagen del fuego. El gran hombre, ilumina las cuatro regiones del mundo perpetuando esta claridad ”.

Saturday, March 08, 2014

love

Los enunciados amorosos que vivo y construyo en este momento me han costado siglos de confianza. El estado de abierto, en ocasiones, provoca terror. No obstante eso es ficción. Por eso, borro esa idea, y mejor respiro elevación, doy toda la intensidad que habita en mí, y vivo levitando. Amar es un regalo. Amar es genial. 

Friday, March 07, 2014

silenciosa

Un instinto fisiológico del cuerpo por sobrevivir a la saturación de lenguaje en los espacios virtuales, me hilvanó a la ineludible necesidad de viajar a otros tiempos donde el silencio ocupaba un lugar ceremonial. Me refiero, por ejemplo, en el taoísmo donde no se le veía o percibía  como un acto de servilismo hacia el sistema o como un mecanismo capaz de anular la propia voz y el pensamiento. Pareciese ser que el signo indicativo  señalado por Husserl, como un soliloquio interno e imaginario de cada individuo, está cobrando presencia en esta época donde en ocasiones despojarse de esas palabras que habitan en secreto sobre nuestra conciencia es una práctica de liberación o exorcismo momentáneo a través de las pantallas. 


Ando silenciosa,
Abajo
de tu espíritu.

Arriba también, 
y en todas partes. 

A lo sueños, yo llego desnuda de lenguaje.

Toda arqueología cuya ruta sea deconstruir el inconsciente ha de liberarse de todo orden empírico preestablecido, tanto en un nivel conceptual, como en un nivel perceptivo. No se puede acceder a otros órdenes espaciales con la mirada anclada en un plano de lo concreto, ni tampoco se puede imaginar traducción alguna desde los cánones establecidos.  El orden cero del inconsciente ha de penetrarse sin signos y huellas,  con la intuición oscilando en todas esas  fuerzas que hacen posibles las semejanzas y analogías de las cuadraturas que, en apariencia, parecen o simulan sobrepasarnos. Lo que el lenguaje psicoanalítico trata de hacer es una interpretación, o en su caso, una traducción forzada de las dimensiones que le sobrepasan. Existe, por tanto, cierta contaminación reduccionista en el desear captar lo no configurado a través de una sintaxis normal. Pues, a las zonas mudas de los sueños se llega por elevación intuitiva y perceptual; por instantes tonificados por la claridad que implican ver multi-perspectivamente y no sólo desde la arbitrariedad de una perspectiva. Acceder a otros órdenes oníricos presupone un estadio musical acorde con las regiones que resultan abocétables para la geometría fundamentativa de una época. Subir al orden de los sueños es una experiencia que te pone al abierto de todos los espacios y todos los tiempos. En este sentido, creo que resulta más plausible acceder sin lenguaje y sin categorías. Buscando trans-percibir las monadas por sus phatos estelares y no tanto por su cuantificación. No obstante, una pregunta raíz que resulta pertinente tener al develo es: ¿Por qué deseo comprender o elevarme a los abismos oníricos? ¿No es, finalmente esa ansiedad de comprender la muerte lo que nos insiste en seguir conceptualizando?

A lo sueños, yo llego desnuda de lenguaje.
Desnuda de categorías.


Anti-K

Tuesday, March 04, 2014

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La sintaxis de los besos escandinavos.

Infancia Lacaniana o quizá Kantiana.

Cerros, carretera, montañas hermosas. Las ganas de llegar a ningún lugar. La mirada fija en la raya amarilla. La mirada fija en la raya roja. Es tan popular esa inminente necesidad de llegar lo más rápido posible. Lo más rápido posible. Lo más rápido posible. Minúsculas geometrías de flores mudas deambulan al nadar. Acelerar. Paz estoica de la infancia. Todos esos discursos abstractos sobre el amor. Pienso. Acelero. Medito. Las rancherías preñadas de memorias y discusiones obsoletas. Girar el aire hacia la izquierda, exhalarlo por la yugular. Entrar. Reír. Es  tan necesaria la cero suficiencia. Obsoleta la longevidad de la trayectoria aquella que jala nuestras neuronas al pensar. Esculpir los silencios de los escapularios no te define en el momento exacto. Ves la majestuosidad de las sirenas suicidas sobre el asfalto. Mientras nublas la mirada en el siglo dieciséis. Quizá el siglo diecinueve no era tan romántico. Quizá la conjetura aquella en la que gastaste tantos años nada explica ya. Yo creía que el jardín de peces eléctricos y las crucecitas de madera eran ascendentes cuando habitábamos el uno arriba del otro. Y sí. Era todo imposibilidad. Rejilla. Llanura. Develación. Pero las voces de los espejos triangulares humectaron la efervescencia de mi boca en tus pies. Pensaba en los futuros pulcros de las manos. Nuestras. Era un buen tiempo para ladrar. Luego, los planetas perdieron la dirección. La luna era nueva. Y era, sobre todo, un buen argumento eso de encajar los múltiples discursos en ese atardecer. Los corolarios de  lechuzas muertas deletreaban mi trayecto futuro con exactitud. En ese momento, ya lo sabía. Y era tan absoluta la lozanía de la luz. Que preferí ser ciega algunos días. Entonces, posicionarme en esas regiones metafísicas no constituía arrebato alguno. Las pupilas seguían sin parpadear. Era la seguridad del cielo la que inundaba mi ombligo. Por eso, dormía y callaba en la misma posición. Eran tan elocuentes los instantes. Son. Serán. 



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