Friday, June 29, 2012

El I ching electrónico.

“No sirve a reyes ni príncipes, déjenlo buscar metas más altas”.

Ningún hombre está obligado a asumir la responsabilidad de los problemas de mundo. Hay personas que han alcanzado un tal grado de evolución interior que tienen el derecho de dejar al mundo seguir su curso sin inmiscuirse en los asuntos políticos para reformarlos. Sin embargo, eso no significa que ellos deban permanecer inactivos u observar una actitud puramente critica. Solamente el trabajo sobre sí mismo apuntando a las metas superiores de la humanidad pueden justificar tal retiro. Pues mismo cuando el sabio se mantiene alejado de las agitaciones cotidianas, continúa creando valores humanos incomparables para el futuro. (En Europa, la actitud de Goethe después de las guerras napoleónicas ilustra esta manera de actuar.)

delfinario



La escrituricida sufrió una semana de crisis por la duda de escribir o no escribir una novela. Los cuentos son suficientes, pensaba, sentía, pensaba.  Hurgar en pasados dolorosos, a estas alturas de la felicidad, le parecía un fracaso obsoleto. Decidió entonces, moverse entre la gramática de la felicidad, y vivir en un delfinario. Sólo desde el delfinario, podría acceder a las infancias turbias, sin contaminar su espíritu. Así pues, las cosas aparecieron de la nada. Primero, discusión de Borges en la cajuela del carro, después; la magia nula del escritor barcelonés, luego; el enamoramiento de mimos, los cantos tibetanos, y esa búsqueda de sonidos de alta frecuencia; le otorgaron la redención. Sí. Hay que escribir, pero sin contaminarse por las gramáticas del estrellato, y buscando la serenidad de las miradas humildes. Sí. 

escribir no es cualquier cosa.

Comenzó entonces otro duro trabajo que duró aproximadamente un año. Mario Bellatin se acostumbró a un nuevo ritmo de vida: empezó a realizar una serie de rituales que consideraba necesarios para su evolución como escritor y se sometió a rígidos horarios y estrictos entrenamientos para perfeccionar el arte de la escritura, tal y como le insistía una y otra vez Macaco, quien además lo obligaba a escribir en los sitios más inusuales, puesto que el escritor venezolano debía intentar que su corazón, mente y espíritu fluyeran desordenados para que su literatura llegara a las cimas que deseaba alcanzar; para estar en situación de modificar las condiciones que habían hecho que a finales del siglo XX el arte literario se encontrara en un callejón sin salida y viviera anclado en el pasado rememorando angustiado los tiempos —antes de la eclosión del cine y la fotografía— en que fuera considerada el arte mayor. Por lo que, en días concretos fijados con anterioridad, estaba obligado a escribir sin cesar de madrugada. Cuando el sol desaparecía, debía urdir una historia que no debía abandonar ni finalizar hasta que se anunciara el amanecer. Solo le estaban permitidos tres descansos de treinta minutos cada uno.


(Un sitio web, sobre Bellatin)

Thursday, June 28, 2012

EVM

La última versión de la realidad me produce rareza. Una vez que uno llega al límite del conocimiento intelectual, aterrado por las falacias del lenguaje y los pesticidas gramaticales. Uno padece la insatisfacción por el conocimiento occidental. Luego, al finalizar esas fases de escepticismo, una gira hacia oriente; y afortunadamente, encuentra otras cosas. Sin embargo, esos discursos también se agotan. A lo que voy es que ya no hay marcha atrás, cuando uno descubre otras cosas. Hoy caí en la tentación de adquirir un libro de Vila Matas, y así lo hice. Debo confesar que  iba con la predisposición  y el prejuicio, -o quizá la intuición- de que este escritor, tampoco develaba otras puertas más allá de Borges o Lezama. 


Por otra parte, descubrí que es un excelente narrador, detallista, cosmopolita, y bastante instruido. Un creador muy de mundo, que  incorpora los lenguajes digitales actuales, y los juegos lingüísticos, espaciales, y psíquicos del hombre “actual”. También creo que hace buenas conexiones hacia la erudición y otros textos. Sin embargo, siento que padece una ausencia de lo visionario, y  lo místico. De ese poder ver más allá de los registros normales de una época. De esa imposibilidad que arriesga todo por descifrar otras escrituras, tal y como apostaba Bataille, por ejemplo. O ese otro guerrero que realizaba viajes astrales, para mantener viva la imaginación. Un imaginario, por supuesto, velado por la legalidad de los sentidos convencionales y normalizados de lo real-histórico. Esa imaginación en la que trascendía la vida entera de Borges, por ejemplo. En ese horizonte, percibo más riesgos y búsquedas en la escritura de Bellatin, quizá por sus visitas a la sabiduría mística, o  a ese placer de cincelar imágenes minimalistas, escépticas, bellas. Vaya, se nota que la escritura no queda solamente en el momento de crear la obra, sino que esa búsqueda va encarnada en el cuerpo entero del escritor, y es un compromiso fuerte por adivinar otros imaginarios, otras dimensiones, otras vacuidades. En fin, sigo en la búsqueda de un escritor vidente, un escritor mago, y un escritor brujo: alquimista de hazañas invisibles. 

Tuesday, June 26, 2012

fresquísima


La brizna de las flautistas electrónicas bordea el pequeño planetita de rodillas. Una a tres sensaciones delicadas encriptan monasterios de animales felices. Las algas de luz web felicidad instantánea punto com. Han desflorado la lluviosa longevidad del tiempo. El movimiento mudo de la serenidad en mis clavículas. Las ganas de abandonar las letras para gozar entera la frescura morir. Estoy enamorada de la casa fea de enfrente. También del monitor. Quiero enredarme con la suavidad de las cobijas blancas y no pensar nada. Caer desnuda en la delicadeza de este día que no quiere nada, que no busca nada, que no desea nada. Felicidad. Ha de ser la esotérica descomposición astral de la signatura de anoche. O quizá, las cartas a un joven poeta, o mimos, o discusión. Los tuits devienen amuletos luminarios. Siento el desfile de las mariposas adivinas en mi tímpano izquierdo. Ser tan afrodisiaca en esta pantalla no es un temblor. Temblorosa siento entrar la espada de las diosas en mi uña azul cielo. Ideogramas celtas equidistan mi cintura. Prefiero tocar mis manos cruzadas y mover lentamente la cabeza. The arpeggiated love. La bienaventuranza impresionista es seducida por mi lengua. Soy adorada por la nada. Cada minuto, cada segundo, alguien muere y va a Yamaràja. Los que siguen viviendo creen que no morirán. Ven morir a sus amigos, pero de una forma u otra ellos se creen eternos. La entidad viviente se considera muy feliz en cualquier cuerpo que tenga. ¡Regresa a tu reino celestial!

^^Se consideraba impensable que un aspirante a físico no conociera a Platón, Aristóteles, Bach, Shakespeare, Gibbon, Malinowski y Freud... entre otros. C. Sagan

26-Junio-2006
Una Karla. 

La alegría de descubrir como funciona el universo.

Toda nuestra ciencia, comparada con la
realidad, es primitiva e infantil... y sin
embargo es lo más preciado que tenemos.

ALBERT EINSTEIN

(1879-1955)

Los hechos invisibles.

Pocos son, los que dan fe, a las acciones invisibles. Pareciese ser, que la única forma de "hacer" tiene que ver con la materialidad, esto es, con la onticidad cómplice de las formas visibles. Es casi afirmar que lo imperceptible no tiene derecho a "Ser"  o carece de utilidad. De ahí, la vanidad de "postear" o "publicitar" el acto político. Todo ello radica en algo tan sencillo como la supremacía de la materia sobre el espíritu, y de la necesidad de saciar cierta parte insatisfecha de la vida. Parte que, por supuesto, sufre  una ausencia de metas "invisibles" y que necesita llenarla con "metas materiales". Al final, es la inexistencia de la felicidad, o de ese momento breve para recordar el sí mismo y la mortandad que lo corroe todo el tiempo. Pues ningún "guru", ningún "líder", ningún, ningún, es el salvador; mientras no se trascienda y aniquile la noción de amos y esclavos. 

Monday, June 25, 2012

Los otros lenguajes.

Me asombra comprender-entender otros lenguajes. Esos discursos que no manejo ni mucho menos practico siempre los respeto y admiro. Y una cosa tengo clara: "si no sabe hacerlo mejor, no opine".

Coleccionista de cartas amorosas.

Son mías.

Un niño adentro.

La tranquilidad de la nada me destapa el cuerpo. Una a una, serenas,  diminutas, pequeñas, son las pieles de mi ventana. Soy feliz al  perseguir ninguna velocidad. Ninguna voracidad. Bienvenidas, sean pues, las cosas nulas. Vacías. Runa a runa, evaporaba llagas,  indiferencias, la sincronicidad de un vuelo inesperado. Tuerto de rencores intransigentes. Disculpe usted, yo no tengo nada que vender. Por eso, respiro la nimiedad de esas hojas manzana que tapizan mis dientes. Palabras. Es el paracaidista de cuentos infantiles. El que quiere multiplicar las metas. Y. Gira. Tranquila. Ya no hay “play” al oscurecer tremenda sorpresa. Regreso a la banquita con el pescador de cuentos infantiles. Seis y media al atardecer. Los mosquitos siguen formando infinitos torrentes enfrente de la fuente comida naturista. Yo, sigo sentada en la sillita amarilla del siglo XIX. El telón otra vez. Tranquila nada destapa el cuerpo. El desierto veinte y tres deviene en cuervos al revés. ¿Eres tu plagiador de marionetas invisibles? Un niño adentro esta vez. 

Thursday, June 21, 2012

Diario sacro.

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gramática de la sacralidad

calladita y alerta

La ausencia de metas sacras reproduce la insatisfacción. No obstante, es preciso, vivir el camino
de la espiritualidad como algo esencial y no publicitario. 

Thursday, June 14, 2012

Belleza escrituricida:


Las tijeras de metal rompieron todos los rumores. Los aluminios y los ajos me explicaron otra vez, esa tentación de querer aislar las verdades en la pantalla. Ese día me dilaté con la semilla de un árbol montañoso y descifré los puentes pitagóricos. Sé que ya no dormiré como animal normal. Estoy destinada a los vuelos y a la mirada excesiva. A veces, ya no quiero adivinar nada. Quiero creer que si leo a todos esos fanáticos conceptuales comprenderé el mundo por mí misma. Pero no. Ese tiempo ha quedado bastantes siglos atrás. Esta vida la estoy viviendo en un tiempo exageradamente acelerado. Una a una, las simbologías ficticias de la panadería integral fueron tomando rumbo desde aquel momento. A veces, quisiera respirar, y no adivinarte. No mirar, ni siquiera lo que usted no ve. No mirar nada. Desear la ceguera. Y el absurdo placer de publicar decenas de libros y abocetar la pseudo -sabiduría en un premio internacional. Creer que a los humanos les interesa leer. Creer que a los humanos les interesa ascender. Luego, una extraña misantropía me invade, y mejor me retiro otra vez. La luminiscencia sincroniza abstracta.  Empiezo la torpe adoración de un lenguaje que no me pertenece. Quisiera creer que el éxito laboral me dará la inmortalidad. Pero no. Eso tampoco. Por eso te escribo, querida escrituricida, para expresarte el absurdo andamiaje de esa escritura vanidosa que finge sacralidad, y no dudo en decirte que este atardecer está lleno de letras en mi vientre: el I ching electrónico recomendó la espera. La espera, la espera, la espera. La espera como sabiduría digital.


Tuesday, June 12, 2012

Hipótesis sobre química.

01

Bien, el único y gran problema epistemològico de la química, es que ha castrado
y reprimido su lado alquímico.  [][]][][][][]

02

Tengo ganas de leer a Paracelso.

03


Ya sè, ya sè,  eso nunca lo voy a poder decir
en la tesis. Por eso, luego escribiré un ensayo al respecto.


...

ABISMARSE.


Meditar entre abismos, y sobre todo en filosofía, me arrastró azarosamente a Roland Barthes. Mientras pensaba en la posibilidad de nombrar el abismo, pensarlo, capturarlo, y tal vez, develarlo. La incertidumbre del momento me posicionó en la trayectoria del primer apartado sobre “fragmentos de un discurso amoroso”. Y desde ese espacio, el abismarse se designó como un ataque de anonadamiento, que se apodera del sujeto amoroso, por desesperación o plenitud. Así, por vibración momentánea me plegué a la segunda condición. Y me abrí al gozo experimentado por instantes vacíos y abiertos a la geometría abismal que nos acontece. Sin anclaje alguno. Pues volcarme en un abismo por desesperación, me tornaría en el incestuoso reduccionismo lógico, que nace castrando precisamente; lo caótico, incognoscible, vertiginoso e inconmensurable, el caos abismal.

(2011)

Wednesday, June 06, 2012

escrituricida y bailarina.

^¨ La escritura implicada se baila. Asì pues, hay que descubrir lo qué es bailar, lo qué es danzar,
tal y como lo meditaba Artaud.

PÁRRAFOS MULTIDIMENSIONALES.

El alquimista, en efecto, designa siempre con un bello color la sustancia feliz. [Bachelard]


Sigo la señal.

escrituricida: la escritura implicada.

(/'0.---------La escritura implicada requiere de un parto
volitivo a partir del tercer ojo.

Mirar a partir del tercer ojo.

Significa volar.

Si no sabe, moverse de plano a plano, de dimensión a dimensión.

Entonces, ¿Para qué escribe?

escrituricida

09. Escribir nada tiene que ver con registrar la realidad a modo de cámara de vídeo.

10. Escribir es precisamente, un acto oracular capaz de develar, lo no- dicho, y lo no pensado, por el registro
común de una época: representación e historia.

11. La literatura es brujería ancestral.

09. La literatura no cuenta historias.

00. La literatura inventa lenguajes nuevos.

00. Combinaciones extrañas.

Sì, sì, sì...hay muchas maquiladoras y explotación social.... Esos discursos corresponden a las ciencias sociales, a las ciencias que usan el lenguaje de una manera clara y transparente.

000. A nosotros. A nosotras. Nos interesa lo neutral. Nos interesa el cero. Nos interesa la
escritura de la imposibilidad. [Artaud-Bataille-Barthes-Foucault]

Bien, pueden seguir pensando que contar historias es hacer literatura.

Eso no lo es.

^La agrafìa final de Rimbaud o de algunos surrealistas -por ello caídos en el olvido-, el sumergirse conmovedor de la literatura, muestra que para ciertos escritores, el lenguaje primero y último escape
del mito literario, recompone finalmente aquello de lo que intentaba huir.


EL CUENTO NO TIENE NINGUNA ESTRUCTURA.

El cuento retro-futurista ha de buscar la escritura implicada.

(Que no hay escritura que se conserve revolucionaria y que todo silencio formal sólo escapa a la impostura de un mutismo completo)

ESCRITURICIDA DIXIT.

curiosita.curiosita.

Quería saberlo todo. ¿Alguna objeción al respecto?

_______________.

La soberbia no es felicidad.

Tuesday, June 05, 2012

Besitos pequeñitos.

Besitos pequeñitos por toda la carita.

Genealogía del beso abstracto

El anti-beso.

Una en la nada.

Una existe en la nada y ya.

Una no necesita hacer nada.

Una no necesita hacer nada para que la amen.  A una la aman porque la aman, y ya.

Entre filosofía y literatura.

Hoy el espacio del lenguaje no está definido por la retórica, sino por la Biblioteca: por el encabalgamiento hasta el infinito de los lenguajes fragmentarios, que sustituye la cadena doble de la retorica por la línea simple,  continua, monótona de un lenguaje entregado a sí mismo, de un lenguaje que está consagrado a ser infinito porque ya no puede apoyarse sobre la palabra del infinito. Pero que encuentra en sí mismo la posibilidad de duplicarse, de repetirse, de dar nacimiento al sistema vertical de los espejos, de las imágenes de sí mismo, de las analogías.


Dicho de otro modo, toda obra estaba hecha para consumarse para callarse en un silencio en el que la Palabra infinita iba a recobrar su soberanía. En la obra el lenguaje se protegía de la muerte mediante esta palabra invisible, esta palabra de antes y de después de todos los tiempos de la que se presentaba tan sólo como el reflejo pronto cerrado sobre sí mismo. El espejo al infinito al que todo lenguaje da nacimiento a partir del momento en que se yergue en vertical contra la muerte, la obra no lo manifestaba sin esquivarlo: colocaba al infinito fuera de ella misma –infinito majestuoso y real del que se hacía espejo virtual, circular, acabado en una bella forma cerrada. 

Foucault, M. "El lenguaje al infinito"

Monday, June 04, 2012

Retirarse a tiempo.










En la retirada no se trata de una acción que obedece a la voluntad humana, sino más bien de una ley natural. Es por eso que en este caso retirarse constituye la manera correcta de actuar, que no desgasta las fuerzas.



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