Tuesday, January 10, 2006

  • La antifilosofia es el derroche de la última esquizofrenia del filósofo. Es querer intentar el za zen, y seguir pensando y pensando, porque los pies se le siguen entumiendo sintiendo hormiguitas. Es querer sentarse con las vértebras erguidas hacia el cielo, y seguir jorobándose instintivamente por el vicio de lo moderno. Es la búsqueda de la meditación, desde una neurosis (sabiéndose neurótico), pero sin darle la guerra y el punto final. Es la incapacidad para hacer poesía.

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