Monday, December 30, 2013

La música de épocas pasadas corresponde siempre a ciertas máximas sobre lo bueno y lo malo de su misma época. Así reconocemos en Brahms los principios de Keller, etc. etc. Y por ello la buena música creada hoy o hace poco -moderna, pues- tiene que parecer absurda, ya que si corresponde a cualquiera de las máximas que se declaran hoy tiene que ser una porquería. Esto no es fácil de comprender pero es así: hoy prácticamente nadie es suficientemente sensato como para formular lo correcto y todas las fórmulas, máximas que se declaran son disparates. La verdad sonaría completamente paradójica a toda la gente.


Y el compositor que la siente en sí mismo tiene que estar con su sentimiento en contra de todo lo que se declara ahora y según los cánones presentes tiene, pues, que parecer absurdo, estúpido. Pero no atractivamente absurdo (porque eso es lo que en el fondo corresponde a la concepción de hoy) sino en cuanto que no dice nada. Labor es un ejemplo de ello cuando realmente ha creado algo importante como en algunas, pocas, piezas."

 Ludwig Wittgenstein, Movimientos del Pensar, p. 50-51

Saturday, December 28, 2013

Èl.

Él dice que yo soy algo asì:

"Siempre quieres ir más allá del muro del lenguaje, trascender el horizonte".


Sunday, December 22, 2013

He visto el infinito. Apareció detrás del silencio, ese tan particular, ahí, en sus pupilas. Duró un instante o dos. Estaba casi oscuro.


Yo paz, asombro, mujer agua.
Yo navegante navegada.


Miriam García. 

Thursday, December 19, 2013

El tiempo sólo existe en el pensamiento.

(Una, K)


Deleuze: Sucede como si, en Kant, se oyera ya a Beethoven, y muy pronto la variación continua de Wagner.


Karla: Sucede como si, en Bohm, se oyera ya a The Field, y muy pronto la variación continua de Philip Glass. 

Tuesday, December 17, 2013

¿Qué escribir y para qué?

Escribir, escribir, escribir (pienso). Se puede escribir sobre cualquier cosa (medito). Registrar cualquier línea ontológica que sintonice con el enfoque de nuestra conciencia inmediata, cual ciencia natural explicativa. (Husserl). La frecuencia metafórica por excelencia –la amorosa- esa que evoca y estaciona hasta las mentes más perturbadas y confusas ante su aparición. Es. Esa geometría que divide los estados en que habitamos en el cielo y los estados en que habitamos en el infierno. Cero dicotomías. Es vibración. Ahora, ¿Qué escribir cuando la vituperación del mundo me resulta indiferente? O mejor aún: irrelevante. Es decir, qué se escribe cuando el cuerpo está invadido por una felicidad desbordante y un cuadro pasajero de momentos trascendentales perpetuos se apodera de nuestro gozo instante a instante. Cuando somos estetas y la podredumbre existencial desaparece instantáneamente, albergándonos en una sintonía inamovible y suficiente que se antoja eterna.

Una escritura que realmente se preocupa por la otredad dibujaría la huella de esos segundos imperturbables donde el autor es suficiencia gratuita. Se abraza con los atardeceres y las moscas. La derecha o la izquierda le resultan irrelevantes. Pues ahora, (por un mínimo segundo) le interesa descifrar esos agujeros ambarinos que se asoman por las olas miniaturas, y se torna avaro de alegría. Sí. Me interesa la otredad, y también quiero que celebres la existencia. (Aunque suene a cliché). Entonces, pregunto: ¿Cómo vibra la escritura de la felicidad? Experiencia trascendental. (Kant). Por supuesto, no te hemos olvidado.

El cuerpo feliz es un cuerpo abierto. Destapado. Tal mapa acupuntural de medicina china invadido de agujas luminosas anclado al infinito multiverso. ¿Cómo se porta ese cuerpo?, ¿Cómo se vibra ese cuerpo?. Un desapego sereno ante los males del mundo. Es un buen principio. Las vertebras del alma se inflaman de inocencia y gratitud ante las insuficiencias de la cultura. Respiran. Se detienen al inicio de un bosque ceremonial. Es un instante amoroso. Lo inaudito es amar a la humanidad entera por tres minutos continuos. Lo inaudito es no juzgar las carencias humanas. Así pues, el cuerpo empieza a respirar por cada una de sus membranas. Dice Alfonso Reyes que sólo se puede escribir después de un largo viaje llamado vida, y por eso, no cree en las escrituras forzadas, en las escrituras vomitivas, en las escrituras apresuradas. Es, en este sentido, cómplice de esa dilación que suena en Eco al diseñar sus Bosques Narrativos donde no duda en cobijar cada uno de nuestros sentidos más allá de su erudición. La calma de su escritura entre líneas. La madurez espiritual que se devela en cada una de sus notas. Esa vida de escritora plena que se asoma en una fotografía de Youcernar desde su vejez. (Por eso te leo, estabas muy feliz). La confianza absoluta que denota la mirada niña de ese ser que se dice escritor. Entonces, vale la pena darte mi tiempo. El tiempo (el otro) el tiempo de la pesadez está en todas partes. Lamentablemente. Luego, un nihilismo afirmativo es ese Gay Saber que tanto respiraba en Nietzsche.

Entonces, ¿Whitman, escribir para qué?


Monday, December 09, 2013

post.invierno.kantiano

No es necesario difuminar lo sublime cuando lo Uno se desboca en todo uno dos aquí. La tentación deviene en quimeras renacentistas sobre tiempos preñados de bosques de niños y aforismos afirmativos. Todo es cuestión de volar arriba uno del otro con el ala junta. Con la mirada inamovible en esa certeza que se despliega en ese andar juntos por el mundo. En ese Ser y estar así sin más.

La luz siempre acaricia los renglones.
La luz es siempre un buen lugar para morir.
La luz, esa, que alcanzamos al mirar los agujeros en el mar. Carretera. Árboles escandinavos protegiendo la grandeza de esos agujeros de tierra que devienen inconclusos como silogismos  cubriendo nuestras pieles al revés. El espejario destierra las cicatrices de eso que no debe estar aquí y en ninguna parte.

Ninguna parte todo es nada hoy.
Todos  los lunes son un buen día para escribir sobre su boca.
(Eso lo dijo el cielo)
luegodespuèseltiempo
Lo reescribo yo (también usted)
Tal vez, medito en algún lugar incierto llamado
invierno en pleno siglo XXI.
Y usted dormirá, y yo lo cuidaré.



(…)

Tuesday, December 03, 2013

Voy a dormir, porque no quiero que se vaya la emoción que siento. No quiero agendar nada en lo mundano. Quiero dormir y trasladarme...

Mañana nos besamos.



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