Imagino su fuerza en la oscuridad.
Un intento de asesinato corto, deplora
En mi cabello cuando los cuervos
Me niegan su amistad.
Soy un capricho turbio que se dilata
En la hora de los besos nunca dados,
En la posesión irresuelta de su presencia.
La fuerza, la oscuridad, otra vez:
Un niño cuervo ha llegado a brindarme
Palabras vacías, repletas de conjeturas
Absolutas.
Imagino su fuerza en la oscuridad.
Hay una huella violeta rondando
Unos labios… el asesino me absuelve
De la enfermedad pirrónica. La nada
Me conmueve en sus ángulos dispersos.
Le deseo exceso y cordura…capricho,
Niño cuervo.
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