Thursday, June 01, 2006

Para el profe.


La antifilosofia es el derroche de la última esquizofrenia del filósofo. Es querer intentar el za zen, y seguir pensando y pensando, porque los pies se le siguen entumiendo sintiendo hormiguitas. Es querer sentarse con las vértebras erguidas hacia el cielo, y seguir jorobándose instintivamente por el vicio de lo moderno. Es la búsqueda de la meditación, desde una neurosis (sabiéndose neurótico), pero sin darle la guerra y el punto final. Es la incapacidad para hacer poesía.

1 comment:

Yaren R. said...

No creo. El filosofo pierde su identidad si no va en contra, incluso, de él mismo. El filosofo no es nadie. Hay que tumbarse el rollo de que la filosofía es lo máximo. Ya! A lo que sigue!




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