Wednesday, August 24, 2011





[ tijuanicidio uno]

La cruz de malta que se asoma por las vértebras del sol, lleva varios días protegiendo tijuanicidio. Ya no se asusta, si la falta de atención de los habitantes, su distracción, locura diaria, infecta –o más bien-, congestiona los meridianos de la ciudad.

Los tres eclipses de Julio anticipan demasiado. El estado onírico de los terrícolas se incrementa en frecuencia exagerada. La neurociencia no comprende. Es por eso, que los monasterios ocultos, bajo el centro de la ciudad, se organizan telepáticamente, para irradiar delfines voladores entre las arterias periféricas de la urbe.

         I love pseudociencias. Escribe una estudiante de antropología en el muro del Facebook. Suena too much envy en el ordenador. Los baños de ruda que realizó Virgilia Amarillo el mes pasado sobre su contracturado sistema esquelético. Le ayudaron a conseguir empleo en la tortillería de la colonia aviación.

         En lo sucesivo, trataré de diseñar una constelación post.planetaria más allá del nueve. Basta ya de repetir los mismos planetas. Basta ya de tanta normalidad. Bienvenidas sean, pues, las lógicas difusas y demás vibraciones al respecto.

         Los campesinos de _________ están muy tristes. No comprenden el significado del gran telescopio del instituto de astronomía nacional. Pueden vivir perfectamente bien. Sin la ciencia, sin la ciencia, sin la ciencia.
        
Virgilia Amarillo está enamorada del prólogo de la fenomenologìa del espíritu. Morirá en el cianuro social. Y en su próxima trasmigración vital. Encarnará el personaje  de un profesor engreído de filosofía. Brillante por supuesto. Pero ciego en lo absoluto, pues para sobrevivir, necesita fans, discípulos, gente alrededor fingiendo alguna pose servil  para reafirmar su autoestima.

         La cruz de Malta respira. No vale la pena relatar lo anterior. Los monasterios subterráneos de la cinco y diez, planean una ascensión discreta, entre los swap meets de la zona. Saben que la geografía simbólica del lugar, está intestada por bacterias reptilianas, que se inmiscuyen invisiblemente entre los semáforos, puentes, y tiendas de artículos de segunda.

Cinco brujas deleuzianas y abstractas purifican la ciudad. Y claro, tú no me vas a creer nada. Y claro, no es necesario. El positivismo, la modernidad, y demás parafernalia al respecto. No te dejan ver nada. Porque. Si no tienes el esquema a priori instalado en tu cerebro para visualizar la invisibilidad. No mirarás bien. La infancia kantiana era. Y es muy sabia. Pero claro, no mirarás bien. Pensarás que es alguna patología. La niña habla sola. Hay que darle medicamento.




3 comments:

miriam said...

Qué texto tan chingón, lo abrazo completito.

Saludos!
M.

Karla said...

Yeah, salutos!

Sidharta Ochoa said...

Pense que era Gjurdieff, jajaja




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