Monday, June 17, 2013
Sunday, June 16, 2013
libritos
Hay tiempos de leer libros y hay tiempos de
leer el mundo. Dentro de mi vivencia personal, hay momentos en los que he llegado
a un hartazgo y saturación que decido tomar distancia y regalarlos. Porque me están explicando el mundo con sus categorías,
con sus experiencias, con eso. Al cabo de días, transcurro en un nihilismo
afirmativo y regreso a explicaciones metafísicas o de naturaleza subatómica; tal vez, caminé muy temprano por todo esto. Tal vez. Pienso. Después vuelvo a
recuperar el delirio por querer saberlo todo y me detengo. Sin embargo, hay
mentes a las que siempre regreso una y otra vez: Kant, Borges, Reyes,
Heidegger, Bohm, Lao Tse. Los exploro otro rato y a los días los abandono. Me
volteo de cabeza, irrigo mi cerebro con mucha sangre, y empiezo a devorar lo
invisible por mi tercer ojo. En ocasiones, he tratado de vivir un día en
absoluto silencio, pero luego, la tentación del pseudoconocimiento intelectual
me avasalla nuevamente y caigo en la ya trivial trampa del lenguaje. Recuerdo a
Leibnitz y a Hume, recupero el
entusiasmo. Saco la Baraja Española, sacudo mi espíritu, limpio cada meridiano
de mi cuerpo. Y. Empiezo a mirar otra vez. Soy una adicta a los conceptos de ocasión.
Soy una adicta a lo invisible en lo post. Infinito.
Querida, queridos, que no los engañe el
camino de los libros.
Antes de leer el libro de alguien desconocido, busco su fotografía y detecto el pulso exacto de su sintomatología. La sola posición de su mirada me dirá si tiene algo que enseñarme o no. Entonces recuerdo ese rostro bondadoso de Kierkegaard por ejemplo, o esa mirada perdida de Rimbaud. No hay pierde, aquí estamos en otro nivel de percepción. Por eso, el día que leì a Vila Matas, su imagen inflamada de harta vanidad me provocó una sospecha a priori, sabía que era o sería más reflexión intelectual mecanizada (muy buena por cierto) pero que sus niveles de intuición y sensibilidad no irìan más allá de eso.
Así las cosas.
mujer poder
Tengo una amiga maravillosa que lo sabe todo
literalmente: astrología, medicina china, homeopatía, teología, ciencias
naturales, ciencias sociales, etc. etc. etc. O sea, es una mujer de
conocimiento, como esas mujeres que existían en la Edad Media, o como esas
mujeres que siempre han existido en todas las grandes civilizaciones. Ahí, en
ese lugar, soy una completa ignorante y eso me gusta. Luego, a veces, trato de
presentarle a mis amigas. Algunas comprenden, otras no. Después, me doy cuenta
que unas están a tiempo, otras no.
Nunca he conocido a alguien que sepa más
cosas que ella, y creo que eso es suficiente.
Tratado contra la mundanidad.
¿Còmo salirse de la mundanidad?
1. No viva su tiempo de una manera causal.
2. La metàfora es uno mismo.
3. La fortuna llega a mì, porque vibro en 528 HZ.
4. No hay duda, no hay miedo. Es verdad.
5.Còrneas luminosas.
6. No crea en la lògica del mundo.
7. Estètica de los milagros. R. Penrose.
1. No viva su tiempo de una manera causal.
2. La metàfora es uno mismo.
3. La fortuna llega a mì, porque vibro en 528 HZ.
4. No hay duda, no hay miedo. Es verdad.
5.Còrneas luminosas.
6. No crea en la lògica del mundo.
7. Estètica de los milagros. R. Penrose.
Tuesday, June 11, 2013
Hay pequeñísimos instantes donde vivo en el
espacio implicado. Puede ser por ejemplo, cuando me emociono al observar el
viento sobre las melenas de las palmeras, o al saludar esos extraños topos de lluvia que se
atraviesan en mi camino. Entonces recuerdo el instante sereno de todos los
instantes. Y me siento inmortal. Me inmovilizo. Me canto. Me mato. ¡Han de ser
los metaforicidas impresionistas que
me jalan los dientes!. ¡Han de ser las tonalidades de la frugalidad!.
Contentario:
Prometí no iluminarme con los aforismos de la
corona de Zeus. Prometí ser tan banal como aquel haiku no escrito.
Prometí no prometerme.
Prometí dejar de bailar en el parquecillo de
los viajes astrales.
Prometí, prometí, prometí…
Ahora vuelo absuelta en el parámetro inconcluso de los libros imaginarios.
Limpio iglesias mientras los perros aúllan. También, trato de regresar a los suicidas a su
destino. Entonces, despierto.
Y prometo ser material.
Pero los giros de las velas ambarinas siguen flameándome las vertebras.
Entonces, soy también Cleopatra en el sendero
de los bosques al revés.
Agua, fuego, mar, cruz.
Siete lados en las costillas.
Siete meridianos en la garganta.
Gardenias, mandrágoras, plantas de cristal.
La alquimia del silencio.
Hay brevísimos espacios, donde prefiero
volar.
Hay brevísimos espacios, hay brevísimos espacios,
Donde mutar no es una opción de alta naturaleza.
Donde mirar es una opción de alta naturaleza.
Por eso, vibro…. Y soy un amuleto amorfo,
enlamado al adivinario de la verdad.
¿Verdad aletheia,
que yo no estaba mintiendo esa noche?
Al despegar, era mediodía.
mundanidad
Hay ciertos dìas donde, en definitiva, me fastidia la mundanidad.
Yo me voy a dormir contigo Pessoa.
(Trataba de emular la màscara, pero la traìa pegada al rostro).
Yo me voy a dormir contigo Pessoa.
(Trataba de emular la màscara, pero la traìa pegada al rostro).
c o n t e n t a r i o
Es eso que llaman la retina de la noche
astuta, en el conglomerado de argonautas, acariciando el remordimiento de la
duda. Es todo y por eso desaparezco. Es la efímera dinastía de un like atemporal. Es ese latido de lechuzas
escandinavas bordeándome el camino. Luego, el cementerio de las sirenas
endulzadas de sal mediterránea, me saluda al medio día. Hay una afirmación exacta
al enmudecer: Puente al oeste, te entierro en la asimetría volcánica de una
runa exacta, fina, triangular. Entra al triangulo donde los deseos volátiles de
grandeza y fortuna celeste, nos envuelven en un cordón dorado de viajes
celestinos.
Contentario:
Yo también, tengo todos los sueños del
multiverso.
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