Thursday, December 21, 2006

Relato de una crisis con posible solución



Esta crisis se ha prolongado demasiado por desobedecer al viejo Heráclito. No es que no me dejara seducir por la inocencia que provocan los raptos de los dioses, ni los suplicios embargados en la infinita consumación de la muerte. Era algo más ajeno a los nombres. Mi mente no ha encontrado una superficie sobre la cual volver a colocar su melodía oriental. El occidente me esta asfixiando. Y no procuro terminar estos renglones sin la resolución al menos gramática de este estadio de conciencia. La incredulidad de esos padres nuestros aceleran el karma. Tengo que matarme y volver a salir con el brillo astral columpiándose por mis vértebras, estrellándome en la suavidad y descaro de una existencia sin pánico alguno. Me conociste feliz. La felicidad fue la seducción.

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