Thursday, July 09, 2009

-piquete-

Metáforas y más metáforas. Ellas tienen sentido. Razón de ser. ¿Dejarías de venderte por ellas? Órganos delineados por la majestuosidad de cualquier manifiesto ultra-solar. Cosas bellas. Bellísimas. Instantes: “vale la pena vivir” “vale la pena vivir”. Estamos envueltos en un gran planeta desquiciante. Enarbolándonos los pies y manos con el zumbar genuino de los atardeceres non plus ultra. Viene un loop otro loop y es una canción. Raíces blancas. Un riñón envuelto en raíces blancas. Aromas crepusculares. Otro órgano se tiñe de sintonía. Es el corazón. Raíces blancas y violetas. Raíces que hemos despojado de todos esos árboles que gimen como violín y queso sufie. Enlamados. Contorneados por toda esa frugalidad tan irreverente y objetiva. Al mismo tiempo. Raíces contorneadas por los adjetivos más excelsos del planeta. Un adjetivo de una belleza inigualable toca la mano de un adjetivo que ha perdido la cordura en un abrazo risueño y prófugo. Experimentamos volar al precipicio de un planeta no-planeta. Las arterias y las raíces. Provocan óperas ensalivadas por el aullar de los delfines en temporadas de coma. Y toda la canasta de frutas sigue radiante con las uñas de vértebras - cometas. Es curarse siempre con raíces. Buscar combinaciones. Desflorar rizomas. Testamentos y oraciones envolventes. Capaces de ceñirnos una y otra vez. Jalarnos. Tapizarnos por la promiscuidad de sonidos suprarealistas y ___________. Todo es curarse. Llegar a un punto blanco muy blanco. Donde no es necesario. Necesario necesario necesario. Tres veces: Respirar. Lo sabemos a juicio absolutista. Incuestionable. Raíces curativas. Tenga un racimo imaginario de raíces curativas todo el tiempo. Construya sus raíces. Bordéalas con el paisaje más excelso que haya contemplado en toda su vida. Pulseras curativas. Si. Pulseras curativas con raíces blancas y olores limón. Cítricos. Fabulas excelsas de sonrisas infantiles deletreando los puntitos de la lengua. Abrazo y abrazo. Al mendigo, al profano, y al business man. Todos todos en raíces blancas. Hermeneusis perfecta. La teoría de sistemas. Hermeneusis perfecta. Plotinica y perversa. Hermeneusis perfecta. Saludamos a madonna y al harapiento al mismo tiempo. En el mismo ritmo. No hay diferencias. Somos genuinos muy genuinos. Hay una raya diminutamente invisible entre el glamour y la miseria. La borramos. Ya no está. Raíces. Raíces blancas. Raíces curativas. Descansamos felices al naufragar en el ombligo de las ninfas. Repeticiones y sonidos cortos. Textos sin sentido. Saludamos. Estamos curados.

No comments:




Blog Archive