Sunday, July 05, 2009

Tengo treinta años. Y mi mente oscila en recorrer los últimos quince años de mi vida fragmentariamente. Es un ejercicio que nunca había experimentado. Casi nunca recuerdo los viajes. Los concibo como obras de arte que se gozan en el momento exacto y después desaparecen. Me dispuse a buscar algunas fotografías. Me da mucha risa una foto donde estoy en Paris con una chamarra de conejo que adquirí en un mercado ambulante. Creo que me costo diez pesos. También me provoca un espasmo muy gracioso, como es que una vez abandone Amsterdam porque tenía mucho frío y preferí irme a vacacionar a un pueblecillo sinaloense. ¿Italia o Escuinapa Sinaloa? No lo pensé dos veces. Volé directito a Madrid y cambie mi boleto directito a Mazatlán. Total allí me la pase toda la adolescencia tomando cerveza y bailando música gringa en todos los antros. Así que me dispuse a tomar un autobús casi huajolotero y me refugie en ese ranchito, como por dos meses aproximadamente, pues aún no se acababan mis cheques de viajero. Creo que la segunda opción fue lo mejor en ese instante de mi existencia ataraxica, todo por ese vino malo que no logro quitarme el frio en aquellas tierras. Hago cosas extrañas de repente como abandonar la super universidad fresa de Guadalajara donde estudiaba finanzas para venirme a Tijuana a estudiar Filosofía. En fin, luego escribiré sobre playas nudistas.

No comments:




Blog Archive