Cuando
no hay alegría el alma se retira a un rincón de nuestro cuerpo y hace de él su
cubil. De cuando da un aullido lastimero o enseña los dientes a las cosas que
pasan. Y todas las cosas nos parece que hacen camino rendidas bajo el fardo de
su destino y que ninguna tiene vigor bastante para danzar con él sobre los
hombros. La vida nos ofrece un panorama de universal esclavitud. Ni el árbol
trémulo, ni la sierra que incorpora vacilante su pesadumbre, ni el viejo
monumento que perpetúa en vano su exigencia de ser admirado, ni el hombre, que,
ande por donde ande, lleva siempre el semblante de estar subiendo una cuesta –nada,
nadie manifiesta mayor vitalidad que la estrictamente necesaria para alimentar
su dolor y sostener en pie su desesperación. ..
Monday, December 31, 2012
Saturday, December 29, 2012
Wednesday, December 26, 2012
Calvino pensando a Plinio.
Por qué leer los clásicos?
El cielo, el hombre, el elefante.
Las Odiseas en la Odisea.
Ovidio y la contigüidad universal.
El cielo, el hombre, el elefante.
Las Odiseas en la Odisea.
Ovidio y la contigüidad universal.
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El camino para vibrar en más allá del bien y del mal. Valió la pena. Veinte años sin concordancia alguna con Rimbaud. Claro, el Adivinario, Nietzsche, y un regreso a la historia de mi vida. Es felicidad!
Tuesday, December 25, 2012
New Order y Catulo.
Dame mil besos, después cien,
luego otros mil, luego otros cien,
después hasta dos mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos,
cuando se entere del total de nuestros besos.
luego otros mil, luego otros cien,
después hasta dos mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos,
cuando se entere del total de nuestros besos.
El
habitad en la pantalla virtual distorsiona las percepciones del multi-tiempo. A
lo mejor es tiempo de abandonar la pantalla y regresar a una esfera
introspectiva, más allá de las índoles normales de la actualidad cibernética. La
pantalla mata la meditación, en ese afán de publicidad individual, de
publicidad de la existencia, de publicidad del estoy aquí. Sigo el adivinario
electrónico, con la intención de preguntarle qué es el tiempo, no sin antes
pensar, si aún es necesario preguntar por el tiempo y no por el multi-tiempo. Voy
a la barra con la certeza de un pecho abierto y una gélida sensación de humedad
filtrando mis tobillos. Luego pregunto: ¿Qué es este tiempo? Enseguida, dos
imágenes: “Agua sobre la montaña. La imagen de la obstrucción. El
hombre noble dirige su atención a sí mismo y templa su carácter”. Esto me lleva
a pensar en la fortaleza suave que difumina los obstáculos temporales, los
latidos internos de la transmigración espiritual. También, en aletheia, en un
aletehia colectivo sin el peso que conlleva la verdad en un sentido occidental,
sino al contrario, en esa aletheia que deletrea: Camino es camino. Después,
entonces: “Nubes y trueno: la imagen de la dificultad inicial. El hombre noble
pone orden a la confusión”. Así, no hay rareza en las primeras afirmaciones. La
respuesta del adivinario encaja como futuro predeterminado en esta reflexión. Al
finalizar lo anterior, siento la necesidad de abrir las hojas blancas con mis notas de Calvino,
el primer acercamiento al azar me descubre la escritura como un oráculo que
purifica, en fin, no hay por qué hacer un drama.
Al segundo, busco una manera de finalizar el texto porque no
existen las ganas de generar una construcción lógica. Me interesa sobre todo el
azar. ¿Será prudente abrir el libro de Pessoa? ¿Será? Tres segundos y me dirijo
hasta el armario.
Ese libro ha muerto.
Ese libro ha muerto.
Monday, December 17, 2012
Wednesday, December 12, 2012
[escrituricidio]
La
escritura blanca la posibilidad
de
realizarla en una duración. (Barthes)
1.
El texto
podría iniciar así: hay un personaje en un punto x y siente alguna sensación x.
El punto crucial se desarrolla cuando denota cierta acción que le provoca
ciertos sentimientos. Se fabrican las imágenes. Luego es necesario hilarlas.
Crear vínculos para otorgar coherencia al acontecimiento. Diseñar otros
personajes. Hacerlos hablar, conversar, intercambiar ideas. Todo desde nuestra
percepción cartesiana del universo.
Luego, entra
otro personaje e intercambia ciertas ideas con otro personaje. Simulan
comunicarse. El texto tiene un clímax. Y es necesario otorgarle alguna
graficación psicoanalítica que conecte este tiempo con el tiempo de la
infancia. Eso será el punto central: beben cerveza.
2.
La escritura
está acostumbrada a observaciones psicológicas. La escritura está acostumbrada
a cavilaciones culturales. La escritura piensa que no existe ninguna difamación
esotérica en esta frontera: beben cerveza.
3.
Las
palabras anteriores provocan un giro textual. Luego, surge un enunciado
alegre. Todo se convierte en una gran esfera dionisiaca. El texto está cantando
vitrificado en sonidos. Ha emulado a otra frecuencia. Es un texto contento. Entonces, ¿Para qué pensar? Estamos bailando.
4.
Las
letras están en un baile perpetuo de taoísmo instantáneo. Cerrar los cuentos
con un final simula límites pasajeros. Las historias nuncaaaaa… Terminaaaaaaan.
Abundan puertas vaginales por donde oscilan todos los discursos. Una y otra
vez. O para ser algo claros: el eterno retorno de lo mismo. Podríamos teclear
una conclusión. Inclusive morir. Exacto: la muerte es el único recurso para
finalizar un cuento. Todos los personajes mueren. El autor fue capaz de
seguirlos hasta el aniquilamiento absoluto de su vida.
Bien,
están muertos. Nada más.
[ la rodilla de lao
tse ]
Una rodilla hegeliana es una bola de
hueso en acero hostil. Por algunas coincidencias dialógicas. Por sincronía: la ambición
que presupone lo absoluto. Entonces la substancialidad ósea que sostiene al
cuerpo en su andar; se ve implicada en un proceso de descalcificación sonora cuando
no logra precipitarse en el vuelco constante del devenir: no baila al ritmo.
Trota si acaso según la velocidad del momento en turno en la manipulación
constante de lo que acontece. Pues, en caso contrario, pierde el control. Es
ciega de la inocencia del devenir. Está sedada en el cálculo constante de
posiciones –tanto espaciales, como humanas-. No puede imaginar escenas precisas
sin actuar.
El movimiento es algo
poco entendible. Aún regimos nuestra vida por proyectos futuristas. A decir de
la rodilla hegeliana: somos demasiado estacionarios. ¿Cuántos bocetos ilegibles
de escenas del pasado rondamos una y otra vez; sin lograr al menos digerirlos?
La
rodilla hegeliana es una de esas estructuras “pensamentales” que mueren entre
los sesenta y setenta años. Desconoce el misterio del wu-wei. Por eso, muere a muy tempranas horas. La longevidad es algo
no necesario dentro de sus proyecciones controladoras. En cualquiera de sus
introyecciones –tanto externas como internas- posa en la paranoia constante del
desalojo o en la perdida de posición instrumental. Es en pocas palabras la
mente calculativa que no deja que las cosas sucedan.
En
cambio la rodilla de Lao Tse permanece serena ante las mutaciones del universo.
No se ve afectada por ninguna posición espacio-temporal. La descalcificación
sonora es un fenómeno ausente. Este tipo de rodillas saben bailar ante
cualquier escenificación de la existencia. Ruina y gloria son indiferentes para
los portadores de este tipo de cuerpos. No tienen miedo de perder un trabajo, por
ejemplo. No pasa por sus labios la palabra difícil. Es en pocos sonidos una
espiritualidad al margen del control. No manipula nada porque no tiene nada que
perder.
3010
En el 3010 el espacio
sereno de las neuronas de los habitantes de una ciudad barroca difumina claveles
blancos por las banquetas. Esas imágenes chocan a una velocidad luz descomunal
con el oxígeno que entra -precisamente en este momento- al orificio izquierdo
de mi nariz. Así, puedo respirar gracias a la puridad tóxica del viento. Luego, la gripa de un delfín persa camina
hacia la coordenada espacio temporal que se dibuja el día de mi nacimiento en
el año 1979. Enseguida hace posible que la situación mental del médico que
atendiera el parto de mi madre drenara correctamente la dirección del dorso de
sus manos. Mi cabeza no podía salir porque un instante amoroso perpetuado cinco
minutos después de mi salida vaginal, sufriera una discusión leve, y las
partículas subatómicas se colapsaran hacia la serenidad de la lava de un volcán
carolingio para luego detener la dialógica violenta de los amantes, y
configurar el boceto de las nubes en la coordenada correcta de mi nacimiento.
El médico hace las incisiones correctas de mi puerta vaginal. Entonces, nazco.
En Tijuana, por supuesto.
Tuesday, December 11, 2012
¿Alguna novedad después del sol?
Mis intentos por dibujar músculos en mis piernas son un fracaso: La bicicleta de ejercicios paranormales yace oxidada en un garaje estoico, sin luz, sin nada. El siete de Diciembre del año 2012 sólo aspiraba a memorizar renglón por renglón, palabra por palabra: “El Jardín de los Senderos que se Bifurcan”.
Ya bailaré
Ya nadaré
Ya desapareceré
Acaso, ¿ Son esas dudas las
que nos detienen las córneas mientras
contemplamos el fin del mundo?
Es la vela azul lavanda de
quince pesos en el sobrerruedas,
El cuarzo rosa para el amor, las
manzanas amarillas y las malas vibras.
Y claro, todo ese nihilismo
ocasional en mis rodillas.
Me reinventaré en un solo click.
1 2 3
Entonces, cantaba oraciones
entre los triángulos abyectos
Sobre tú almohada con la
pretensión de generar un poco de ambición:
Metas, metas, muchas metas en
la cartulina blanca. Ad infinitum in parvum
(Que el éxito no quede
calcinado entre los escombros de las bibliotecas
mal paradas)
Copy-Paste mental:
Aspiraba un microcielo, pero
la barbarie de los temazcales me hizo retroceder.
Aspiraba un microcielo, pero
la barbarie de las editoriales me hizo retroceder.
Aspiraba, también, tres
aplausos, 123, unos fans… RA RA RA ¿ Por
qué no?
Aspiraba tantas cosas.
Luego, en este pseudo-punto:
Aparecen las carcajadas, la
ansiedad, la lujuria del conocimiento multidimensional.
Es aquí, entonces, cuando lo
único que quiero es un cabello hermoso, radiante, cliché.
Todas las obras de Calvino y las mejores explicaciones del mundo en una sola canción.
No obstante, entonces, el absurdo de la inhalación amorosa que me acompaña aquí me aconseja:
Serenidad, orar, y todas esas cosas bellas, que una hace para transmigrar. Para aniquilar el inframundo. El colapso del terror del mundo y todo lo demás.
Aspirar al menos, a mover las
vertebras, a mover las palabras en un jardín de oscilaciones azuladas rasgadas
por el mejor aroma del mundo, y todo lo mejor.
Así, los mantras tibetanos al revés,
y los remedios orales para la felicidad, visitaran
los arrecifes de los sueños
perdidos, entonces, desearé dibujar luciérnagas invernales
en la arquitectura fugaz del
lavadero de ojos. Inventaremos cripto-cuentos para sanar
el mundo, al menos, a modo de
imaginación.
Seremos un copy-paste entusiasta en la suficiencia oriental que nos detiene los besos en las llamadas largas. Inacabadas. Esta vez volaremos esperando el apocalíptico naufragio del Castillo de los Destinos Cruzados.
Seremos un copy-paste entusiasta en la suficiencia oriental que nos detiene los besos en las llamadas largas. Inacabadas. Esta vez volaremos esperando el apocalíptico naufragio del Castillo de los Destinos Cruzados.
Esa vez era una cruz, y por
eso no estoy.
¿Alguna novedad después del
sol?
Tuesday, December 04, 2012
Kublai
No sé si es el nihilismo de
hígado o los conceptos invernales que dejan de sorprenderme. No sé si los
equinoccios de los planetas desaparecidos tengan alguna proyección sobre mis
vertebras húmedas de temblor. O si los gurús
de las tierras bajo tierra muy ocultas; estén desparramando risas en algún
orbital piramidal de delfas sordas… Escucha: No hay poesía frívola que no deje
de enmudecerme en la estela de los jardines invencibles. Tampoco cartas en la
bandeja electrónica, ni ojos brillosos, ni buenos días, ni buenas noches con mi
nombre en la pantalla en diminutivo. Han de ser las esquizofrenias del fin del
mundo. O todos esos fantasmarios
virtuales que corrompieron el templario del amor. Kublai: No sé cuándo has
tenido tiempo de visitar todos los países que me describes. A mí me parece que
nunca te has movido de este jardín.
...
Monday, December 03, 2012
Hace bastante
tiempo que no sentía tristeza alguna por tanta barbarie. El arsenal de energía
acumulado en mi cuerpo para transgredir los inframundos humanos era suficiente.
Pero creo que ahora la estrategia consiste en seguir difundiendo lo inútiles y
fracasados que somos como raza humana. Ni más allá del bien y del mal. Ni el
ocaso de los ídolos. Ni la ausencia de nombres sagrados. Volver a la alegría________________________________________________________________________________me
llevará a buscar la compasión y el perdón por la ignorancia de algunos. Tan
bonito que es la paz y el amor. Esta noche deseo vivir en otro planeta.
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