[escrituricidio]
La
escritura blanca la posibilidad
de
realizarla en una duración. (Barthes)
1.
El texto
podría iniciar así: hay un personaje en un punto x y siente alguna sensación x.
El punto crucial se desarrolla cuando denota cierta acción que le provoca
ciertos sentimientos. Se fabrican las imágenes. Luego es necesario hilarlas.
Crear vínculos para otorgar coherencia al acontecimiento. Diseñar otros
personajes. Hacerlos hablar, conversar, intercambiar ideas. Todo desde nuestra
percepción cartesiana del universo.
Luego, entra
otro personaje e intercambia ciertas ideas con otro personaje. Simulan
comunicarse. El texto tiene un clímax. Y es necesario otorgarle alguna
graficación psicoanalítica que conecte este tiempo con el tiempo de la
infancia. Eso será el punto central: beben cerveza.
2.
La escritura
está acostumbrada a observaciones psicológicas. La escritura está acostumbrada
a cavilaciones culturales. La escritura piensa que no existe ninguna difamación
esotérica en esta frontera: beben cerveza.
3.
Las
palabras anteriores provocan un giro textual. Luego, surge un enunciado
alegre. Todo se convierte en una gran esfera dionisiaca. El texto está cantando
vitrificado en sonidos. Ha emulado a otra frecuencia. Es un texto contento. Entonces, ¿Para qué pensar? Estamos bailando.
4.
Las
letras están en un baile perpetuo de taoísmo instantáneo. Cerrar los cuentos
con un final simula límites pasajeros. Las historias nuncaaaaa… Terminaaaaaaan.
Abundan puertas vaginales por donde oscilan todos los discursos. Una y otra
vez. O para ser algo claros: el eterno retorno de lo mismo. Podríamos teclear
una conclusión. Inclusive morir. Exacto: la muerte es el único recurso para
finalizar un cuento. Todos los personajes mueren. El autor fue capaz de
seguirlos hasta el aniquilamiento absoluto de su vida.
Bien,
están muertos. Nada más.
1 comment:
¡Irela!
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