Sunday, April 28, 2013

hipòtesis futuristas.



Niveles de la investigación y posibilidades de las revoluciones cientìfìcas.

La mayoría de las investigaciones cientìficas se quedan o estacionan en un nivel diagnóstico o descriptivo. Es decir, las hipótesis son obvias, o en el mejor de los casos, se sitúan en un campo de comodidad. Algo similar a lo que nombró Khun "ciencia normal" -hace casi sesenta años por cierto, y que todo mundo repite una y otra vez- y que posee el valor de la seguridad y estabilidad. No obstante, existen otros espacios, otros tiempos, otros lenguajes, otras aproximaciones que no habitan en el paradigma de la normalidad y, que en su intento por querer superar o transgredir, caen en discursos un poco falaces o poco serios. Llamèmosle a ello, el discurso de la posmodernidad. Pero, para no caer en dualismos y regresar a lo mismo, intentaré crear una hipótesis futurista sobre el futuro de la ciencia -literario, por cierto- para construir un nuevo monopolio cognitivo que no caiga de un lado ni del otro. Asì pues, aprovecharé la tesis benjaminiana del animismo en el lenguaje, la tesis "los mensajes del agua" del investigador japones Emoto  y las tesis de Cramer y Bohm sobre "la existencia actual del futuro en ondas retardadas". Ello con el propósito de diseñar sistemas cognitivos futuros basados en la afirmación. Para eso, se necesitará una depuración de las estructuras lingüístico internas de los individuos -que incluyan no sólo el ámbito cognitivo, sino también el emocional- para imaginar realidades armónicas y perfectas a partir de cualquier momento, y a partir de cualquier individuo. De tal modo que, pensar el futuro de una manera afirmativa no constituya ni tome en cuenta los eventos traumatìcos del pasado -cualquier pasado- y sea posible crear una enciclopedia colectiva de la felicidad y la vida libre. De esta manera, la DUDA como mecanismo de pensamiento resulta obsoleto (eso ya lo habìa visto Nietzsche a propòsito de Descartes) y tambièn erradica la crìtica como mecanismo de opiniòn nazi hacia las actividades de lo otro. Este pensamiento y estos discursos futuros tienen que vibrar en 525 HTz que es la resonancia del amor. 



Sì. 

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