Esta noche taoísta
La soberbia de esas cartas no dadas
Padece una mìnima traición llamada
YO
YO
en la poiesis absoluta de los dìas
lucidos, descalsos, profanos
YO
colmada en la ignominia sinceridad
de estar anclada al vòrtice perfecto
de esa ingenuidad llamada
felicidad
...Yo, esa, aquella, toda.
YO tan ingenua, tan feliz, tan nada.
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