Dicen que somos almas viejas las que siempre
estamos preguntando por qué nacimos aquí. Yo vivo de acuerdo. Dicen también, que son almas viejas, las que una
jala para viajar. Yo vivo de acuerdo. Almas lucidas, brillantes. Muy inteligentes
y a veces extrañitas. Dicen; que las vidas son máximas, excelsas, magnificentes.
Luego, después, respiro eso nombrado: alegrías múltiples de serenidad. Dicen también, de lo explicativa, de lo exceso explicativa, que puedo
parecer. Eso dicen…[ ]
En la ciudad invisible del Pentagrama Fronterizo han nacido miles de almas viejas. Unas son mis amigas. Otras, no. Los días musicales de luminiscencia compartida nos jalan otra vez. Los silbidos de los peces nos detienen las palabras entre alfabetos eléctricos de sol. Dice la Reina de Espadas, que al final de esta hilera; la nebulosa estoica nos encajará en el jardín de las notas alquimistas. Y que besará la felicidad de mis costillas.
En la ciudad invisible del Pentagrama Fronterizo han nacido miles de almas viejas. Unas son mis amigas. Otras, no. Los días musicales de luminiscencia compartida nos jalan otra vez. Los silbidos de los peces nos detienen las palabras entre alfabetos eléctricos de sol. Dice la Reina de Espadas, que al final de esta hilera; la nebulosa estoica nos encajará en el jardín de las notas alquimistas. Y que besará la felicidad de mis costillas.
Dicen, eso dicen.
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