El delfinario ha quedado enteramente cubierto de runas y cuentos. Todas las runas están desplegadas sobre la almohada. ¿Y mi trigrama no está  No consigo deletrearlas en medio de las otras, tan obsoleta ha sido la supuesta fealdad del mundo. En realidad la tarea de descifrar las runas una por una. En el adivinario virtual. Me ha hecho desconcentrar la premisa central: "Caen el trueno y la lluvia: la imagen de la liberación  El hombre noble perdona los errores y absuelve el pecado". El niño de los sintex recibe los augurios aretè de la escuela de Spanda. La escuela de Spanda del sonido. Los puntos cardinales del encuentro siguen anclados en la misma caballería espacial. Café Shangai. "Caen el trueno y la lluvia". El poeta de los rasgos orientales nos señala la corriente. "La verdadera alegría proviene entonces de la firmeza y la fuerza que se encuentran al interior y que se exterioriza bajo una forma tierna y dulce". La rueda de la fortuna nos amarra las almas. Volamos maravillados de karmas superfluos. Nihilistas. La caja de ritmos deviene en incendiario. Cero de Octubre voluptuoso de manos nuestras. Las siete lunas pitagóricas declinan radiantes ante tal respiración  Nuestra. Los trigramas del pescador de traumas infantiles. Siguen simulando una razón perdida. La nuestra. He de afirmar la genealogía del beso abstracto. Aquí.

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