El nivel de percepción e intuición vital del músico repercute de manera directa en su proceso creativo. También sus emociones. Aunque, en ocasiones también las estructuras racionales-cognitivas hacen acto de aparición. El cuerpo en su totalidad es música. Cada órgano vibra, cada emoción es una vibración molecular, cada pensamiento una repercusión. En eso, Cage tenía toda la razón Por todo esto, creo que también las caminatas y respiraciones influyen en la creación al igual que la capacidad para percibir el multiverso e infinito.
Salì a la calle, invitada por una amiga, que tenía la intención de llevarme a escuchar música electrónica Caminamos por un laberinto oscuro que alberga sintomatologìas históricas encriptadas, espacios y paredes que no han sido purificados; ni mucho menos exorcizados para la creación de nuevos proyectos. Eso latió en tener una premonición negativa apriori. Despuès, la estética del lugar: Pinturas llenas de serpientes, e imágenes de mujeres agitadas-perturbadas. Era como si las imágenes fueran una extensión del sonido, y hubiesen coincidido en tiempo y espacio con el sonido de manera accidental. Aunque, claro no creo en lo accidental. Todo, en términos complejos, encajaba geometricamente. La vibración de los asistentes, la emotividad del sonido.
Traté de no contaminarme con ese espacio, y disfrutar; pero permaneciendo al margen. Estando y no estando al mismo tiempo. Y sí en efecto, el músico trae una búsqueda no le tiene miedo a las máquinas y parece ser que, combina en absoluto con cierto oscurantismo industrial. A lo lejos, de repente me parecía un Gregorio o un Bartleby. Claro, sin maniqueísmos de por medio. Insisto: me interesan los ritmos y las vibraciones invisibles de los espacios.
Al final, comprendí que todo estaba configurado de antemano para que ese ruido sonara allí, para que esas imágenes se proyectaran allí, para que todos los asistentes vibráramos allí.
Hay mucho talento en Tijuana, pero creo que esta década, no tiene nada de búsquedas espirituales ni metafísicas tampoco corren riesgos experimentales. La energía es distinta a la de la década pasada. Percibo mucho cansancio y existencialismo negativo de por medio. Creo que es importante, recuperar la aureola de Tijuana en el 2000-2010. Esta nueva época está muy débil, aunque claro; existen excepciones.
Finalmente, pienso que es necesario indagar en las estructuras emocionales, cognitivas y espirituales de estos años. O mejor aún: en la posible vibración de la geometría simbólico-invisible de la ciudad. Algo está pasando que no alcanza a registrarse. Algo está pasando que esos cuerpos están bloqueados.
Algo pasa, y pasará.
Una K.
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