Thursday, January 17, 2013

Literatura mecanicista.


Estos renglones necesitan un retardo. Entrar a la esfera de Poincairé letra a vocal  sonido a sonido. Padecer la sincronía de Kemerer letra a letra sonido a sonido.  Habitar en la metáfora de aquellas palabras que están más arriba de la séptima cuerda. Y después, caer. Encontrar una nota pitagórica. Retornar infinidad de veces sobre sí. Predecir el futuro. Amarrarlo. Hacerlo chocar al tiempo justo donde se emite este renglón. Luego regresar tres siglos atrás e invocar las nebulosidades arcaicas de los médiums mediterráneos. Adelantarse en espejismos post-lenguaje. Y después, caer. Al cabo de un mes la primer estrofa de un pensamiento seco de flores derretirá las gramáticas futuristas cierta vez. Entonces estos renglones necesitan un retardo. Al cabo de un grito lo aclamarán: abre la boca, trata de articular un sonido, gime, desarticula, desflora, hechiza. Retorna infinidad de veces sobre sí. Diseña órganos luminosos por todo el Hexagrama Fronterizo. Discute sobre la inactualidad de la literatura mecanicista. Discute sobre las excentricidades no exploradas arriba de la cuerda. Predice el futuro. Lo choca hasta aquí. Trueno, relámpago, rayo. Todos los elementos que diseñan la temporalidad alegre de una en los cielos. Las manzanas vivas del día. Canta. Tengo todo el multiverso en las arterias. Canta. Está buscando algo más arriba de las letras. Traga. Calla. Piensa. Este párrafo necesita un retardo: solamente el espíritu de las cosas tiene un nombre. Robótica de la felicidad instantánea. Calla. Piensa. Traga. Entonces estos renglones necesitan un retardo:

Todo era tan necesario cuando lo pensé;
Cuando lo pensé cuando lo pensé cuando lo pensé cuando lo pensé.
Cu a n d o lo pensé.

Ya no existe.



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